Las empresas nuevas que eligen el modelo cooperativo
se han duplicado este año En la provincia existen unas 600 de multitud de
sectores que dan 4.800 empleos
La idea que se tiene normalmente cuando se habla de
cooperativa, no se corresponde exactamente con la realidad. Hay cooperativas de
trabajo agrarias, sí, pero este tipo de sociedad engloba a empresas de multitud
de sectores como la industria, la enseñanza, el turismo, los servicios, la
construcción o la sanidad. En total, en la provincia, alrededor de 600 empresas
que emplean a más de 4.800 personas se rigen por el modelo cooperativo, es
decir, los socios son al mismo tiempo trabajadores y toman las decisiones. No
son pocas las personas emprendedoras que se decide por la cooperativa para
poner su idea en marcha y este año, se ha duplicado el número de negocios
creados bajo esta forma jurídica.
El cooperativismo de trabajo es una fórmula de
autoempleo colectivo basado principalmente en la igualdad entre socios y que
aplica la democracia a su gestión. Se necesita como mínimo tres personas y hay
valores propios que las distinguen como son la participación en la gestión de
las personas que trabajan, su responsabilidad social o el compromiso con el entorno.
"Son empresas con rostro humano que destacan por estar comprometidas con
la comunidad, por crear empleo allí donde se ubican y por aplicar la democracia
a la economía, situando a las personas en el centro de su gestión", apunta
Antonio Gómez Pernía, presidente provincial de Faecta (Federación andaluz
de empresas cooperativas de trabajo).
Precisamente, por sus particularidades, son empresas
que están resistiendo mejor que otro tipo de sociedades a la crisis económica.
Cierto es que están pasando por problemas parecidos, como la dificultad para
encontrar financiación, pero "un cooperativista en los último que piensa
es en cerrar. Se bajan el sueldo, no cobran, trabajan más", apuntan desde
Faecta. Aproximadamente este año, con los datos que manejan, el nivel de
decrecimiento indica que aproximadamente un 2% de cooperativas han cerrado en
la provincia. Algunas de ellas han entrado en concurso de acreedores y el
sector de la construcción, como en el resto de negocios, es el que más ha
sufrido en los últimos tiempos. Pero lo que es cerrar han sido dos o tres,
"las demás están resistiendo y reinventándose como pueden". También,
algunas cooperativas han nacido después de que el empresario haya decidido dar
el cerrojazo y entonces los trabajadores hayan tomado las riendas constituyendo
cooperativas.
Esta federación cree que si durante los últimos años
el resto de empresas mercantiles se hubieran comportado como las cooperativas
en cuanto al mantenimiento de empleo, en España habría un millón de personas
más trabajando. En 2010, por ejemplo, las cooperativas mantuvieron los
puestos de trabajo mientras en las empresas convencionales cayó ya un 3,2%.
Cooperativistas como Elena Calderas, de 'The room social', coincide. "Si
la mayoría del tejido empresarial en España tuviera los mismos valores que
defienden las empresas de economía social, quizá estaríamos hablando de mayor
creación de empleo, de menor destrucción y de mayor oportunidad para los más
jóvenes".
Y es que por sus particularidades también es una forma
jurídica que impulsa el emprendimiento colectivo, especialmente importante en
el caso de jóvenes y mujeres, como fue su caso y el de sus cuatro compañeros.
Este tipo de sociedades tiene una serie de beneficios fiscales como que no es
necesario tampoco acudir a un notario y no necesita un capital mínimo de
inversión. "Las cooperativas de trabajo brindan esa oportunidad que
buscan los jóvenes que tienen proyectos, ideas y no se les da ese empujón de
empezar a caminar, de apostar por el autoempleo", insistió.
Las cifras de este año de creación de estas
corporaciones en Cádiz doblan a las del pasado con 20 nuevas
cooperativas. Si se multiplica por tres (el mínimo de socios necesarios) son
sesenta empleos nuevos creados, sobre todo relacionados con el sector servicio.
Eso ha hecho que el perfil del cooperativista haya cambiado en los
últimos tiempos y ahora sean gente joven en su mayoría. Así, en la provincia el
43% tienen entre 25 y 39 años, un 40% entre 40 y 54 años, mientras que un 10%
tendrán más de 55 años y el 6% menores de 25. Además, en cuanto a tamaño,
el 37% tiene menos de 10 socios, mientras que un 15% tienen entre 11 y
25, un 13% entre 51 y100 y un 4% entre 101 y 250%.
Si se continúa con la radiografía de este tipo de
empresas en la provincia volvemos al principio. El sector servicios le gana por
goleada a la agricultura. El 60,7% de las cooperativas gaditanas pertenecen a
este sector, seguidas de la industria (20%), la agricultura (10%) y la
construcción (9.2%). La campiña de Jerez y la Sierra reúnen a buena parte,
seguida de la Bahía. Sin embargo, el Campo de Gibraltar y la Janda tienen menos
tradición.
Tampoco se puede pasar por alto el valor de la mujer
en estas empresas. De hecho, la media de mujeres que ocupan cargos de dirección
es un 48%, superior a las empresas de capital. En Cádiz, los números de
socios están en 60% de hombres frente al 40%, una diferencia que podrá ser
menos en los próximos años ya que, según apuntan desde Faecta, las cooperativas
recientemente constituida están formada por mujeres.
Aún así, en las cifras totales de Andalucía, según el
Informe estadístico de la Economía Social Andaluza (donde se agrupan las
cooperativas y las sociedades laborales), Cádiz está a la cola en cuanto a
empresas de nueva creación. Un 8% de las nuevas empresas de economía social en
Andalucía se hicieron en Cádiz, solo por encima de Huelva. El mismo tanto por
ciento es el que le corresponde a Cádiz del total de empleo concentrado.
Estas empresas llamadas de economía social deben ser
potenciadas por la administración. El Acuerdo por la Economía Social,
firmado por el Gobierno andaluz en junio puso en marcha tres líneas de
incentivos exclusivo para este sector y recoge diez líneas de actuación para el
desarrollo y consolidación de este sector, con la intención del acceso a la
financiación y al crédito.
Las cooperativas de trabajo tampoco sufren la
deslocalización. Otras de las características precisamente de estas
cooperativas, además su fomento de la participación democrática, son el
compromiso con su entorno y su arraigo al territorio donde ejercen su labor.
Así la federación ha colaborado con ayuntamientos como Sanlúcar con convenios
que dan como resultado el impulso al emprendimiento en zonas rurales o la
salida laboral para jóvenes y mujeres, así como la creación de empleo estable.
El 61% del personal empleado por estas corporaciones tiene contrato indefinido.
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