Un emprendedor cordobés crea una herramienta para que las empresas
interesadas en el mercado exterior se apoyen en los alumnos que estudian en
otras universidades europeas · La Universidad de Córdoba respalda a esta
iniciativa "que no persigue sustituir a los profesionales".
Las exportaciones se
están convirtiendo en la salvación de numerosas empresas para sortear la
crisis. Sin embargo, muchas compañías -sobre todos las de menor tamaño- no
cuentan o no tienen capacidad suficiente para contar con un departamento propio
de externacionalización, ni tampoco para sufragar la estancia de algún empleado
en un país de la Unión Europea para llevar a cabo un estudio de mercado y conocer
la implantación de su producto. Ésta situación fue que la que llevó al
consultor cordobés Miguel García a
poner en marcha una red para poner en contacto a los empresarios con los estudiantes Erasmus españoles que se
encuentran en diferentes puntos de la Unión Europea o, del
mismo modo, a empresarios extranjeros con
estudiantes becados con la misma ayuda pero en España. Se trata de la iniciativa Unipimus que ya ha cobrado vida y que cuenta
ya con el respaldo de la Universidad de Córdoba (UCO), que es la única
institución académica de Andalucía que se ha adherido al programa hasta el
momento.
El programa, además, sigue un modelo del que todas las partes implicadas sacan provecho: ganan las empresas al disponer de una herramienta orientada al comercio internacional, ganan las universidades al incrementar el canal de comunicación con las empresas, ganan los estudiantes porque incrementan su experiencia profesional y mejoran su currículum. El proyecto ha nacido con el objetivo de que las pequeñas y medianas empresas aprovechen la presencia de estudiantes de intercambio para solicitarles “microencargos” con el fin de obtener, comprobar y ampliar datos de sus productos en otros países.
Según explica García, el proyecto se basa en el desarrollo de una plataforma on-line que “conecta a empresas andaluzas con alumnos Erasmus y también con aquellos que realizan estancias en el extranjero”. A continuación, la empresa lanza un pequeño encargo a través de la página web y el alumno lo resuelve a cambio de una pequeña contraprestación. Por ejemplo, si una empresa cordobesa dedicada a la producción de aceite de oliva virgen extra quiere conocer a qué precio se vende su producto en Londres, el alumno sólo tendría que acudir a varios establecimientos, comprobar el precio y remitir la información a la compañía. Para García -que ha realizado el master de Comercio Exterior e Internacionalización de empresas que imparte la UCO-, se trata de “una forma novedosa de involucrarse en el mercado exterior”.
El promotor de la iniciativa deja bien claro que el programa no persigue “sustituir a los profesionales de las empresas”, puesto que los alumnos no realizarán estudio de mercado. Señaló también que una vez que el estudiante lleve a cabo este encargo recibirá la citada contraprestación económica o podrá recibir productos de la citada empresa a cambio del encargo. Además, tendrá un certificado en su currículum, que le diferenciará de otros aspirantes a la hora de optar a un puesto de trabajo. Hasta la fecha, desde la Universidad de Córdoba se estudia la posibilidad de otorgar un reconocimiento académico a los estudiantes que participen en el proyecto, tal como créditos de libre configuración.
Para García, el desarrollo del programa es de vital importancia y servirá para abrir puertas, tanto al alumnado como a las propias empresas. “No existe nada en el mercado igual”, subraya y añade la buena acogida que ha tenido la iniciativa en las presentaciones, tanto entre los estudiantes, como en el mundo empresarial.
Quien también muestra su apoyo a la iniciativa y los beneficios que reportará Unipimus es el director de la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Córdoba, Antonio Ruiz, para quien el proyecto “es una forma novedosa que permite a los estudiantes ir involucrándose en el mercado exterior”.
El programa, además, sigue un modelo del que todas las partes implicadas sacan provecho: ganan las empresas al disponer de una herramienta orientada al comercio internacional, ganan las universidades al incrementar el canal de comunicación con las empresas, ganan los estudiantes porque incrementan su experiencia profesional y mejoran su currículum. El proyecto ha nacido con el objetivo de que las pequeñas y medianas empresas aprovechen la presencia de estudiantes de intercambio para solicitarles “microencargos” con el fin de obtener, comprobar y ampliar datos de sus productos en otros países.
Según explica García, el proyecto se basa en el desarrollo de una plataforma on-line que “conecta a empresas andaluzas con alumnos Erasmus y también con aquellos que realizan estancias en el extranjero”. A continuación, la empresa lanza un pequeño encargo a través de la página web y el alumno lo resuelve a cambio de una pequeña contraprestación. Por ejemplo, si una empresa cordobesa dedicada a la producción de aceite de oliva virgen extra quiere conocer a qué precio se vende su producto en Londres, el alumno sólo tendría que acudir a varios establecimientos, comprobar el precio y remitir la información a la compañía. Para García -que ha realizado el master de Comercio Exterior e Internacionalización de empresas que imparte la UCO-, se trata de “una forma novedosa de involucrarse en el mercado exterior”.
El promotor de la iniciativa deja bien claro que el programa no persigue “sustituir a los profesionales de las empresas”, puesto que los alumnos no realizarán estudio de mercado. Señaló también que una vez que el estudiante lleve a cabo este encargo recibirá la citada contraprestación económica o podrá recibir productos de la citada empresa a cambio del encargo. Además, tendrá un certificado en su currículum, que le diferenciará de otros aspirantes a la hora de optar a un puesto de trabajo. Hasta la fecha, desde la Universidad de Córdoba se estudia la posibilidad de otorgar un reconocimiento académico a los estudiantes que participen en el proyecto, tal como créditos de libre configuración.
Para García, el desarrollo del programa es de vital importancia y servirá para abrir puertas, tanto al alumnado como a las propias empresas. “No existe nada en el mercado igual”, subraya y añade la buena acogida que ha tenido la iniciativa en las presentaciones, tanto entre los estudiantes, como en el mundo empresarial.
Quien también muestra su apoyo a la iniciativa y los beneficios que reportará Unipimus es el director de la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Córdoba, Antonio Ruiz, para quien el proyecto “es una forma novedosa que permite a los estudiantes ir involucrándose en el mercado exterior”.
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