La consultoría que dirige asesora al desempleado para que busque un empleo trabajando una marca personal que le haga diferente.
Dice Marta Fernández-Portillo que “buscar trabajo es un trabajo”. Y más en estos tiempos de escasez de oportunidades. Ocurre que esta orientadora laboral ofrece un libro de ruta para el desempleado que no tiene nada que ver con lo visto hasta ahora. Salir cada día de casa con una carpeta llena de currículos puede haber quedado obsoleto. No queda otra que reinventarse para encontrar trabajo.
La misma entrevistada lo vivió en sus carnes cuando, al quedarse en paro después de trabajar por cuenta ajena, creó en octubre de 2011 el blog ‘Mar de empleo’ con el que sólo pretendía mantenerse conectada a su profesión. Compartir los artículos publicados, lanzados por las redes sociales, le supuso una llamada para dar una charla en la UCA sobre orientaciones laborales para internacionalización del perfil. De ahí hasta ahora, lo mismo que vivió con su blog lo lleva a cabo en su profesión. “Hice muy mío aquello de que una forma alternativa de buscar empleo es trabajar tu marca personal. Justo lo que yo hice en mi blog”, comenta. Algo así como “descubrir tus habilidades y salir a la calle a buscar proyectos con algo que te hace diferente”. La marca personal te define como profesional por lo que sabes hacer y lo que aportas. “Lo puedo hacer por cuenta ajena o por cuenta propia, pero mi profesión es la que es. Te hace tomar las riendas, recuperar el control, de tu vida profesional en esta crisis”, asegura antes de exponer sus claves para el difícil intento de acceder a un puesto de trabajo: optimismo, proactividad, persistencia, sentido común y conciencia de comunidad.
Marta, ahora con varios clientes y una colsultoría con seguimiento tutorial presencial y on-line, afirma que antes de la crisis el recurso estrella era el listado de empresas y sus demandas de empleo. “Sabíamos que era cuestión de tiempo que esas personas iban a encontrar trabajo. Ahora, el recurso estrella es trabajar las habilidades interpersonales, socializar, hacer ‘networking’ (un nuevo enfoque en las relaciones de negocios), crear vínculos con otros profesionales, conocer gente...”, señala Fernández-Portillo. Surgen los términos específicos, anglicismos sin los que sería difícil entender esta nueva fórmula de buscar empleo. “Tenemos catálogos de cursos como gestión de tiempo, adaptación tecnológica o cómo ser un ‘content curator’ o filtrador de información en su ámbito de especialización. Están también las píldoras formativas o pequeñas unidades de información práctica, corta y aplicable al cien por cien a tu vida”, relata.
La consultoría, ‘Entre mares’, hace descubrimiento y desarrollo de la marca personal y adaptación de currículum en papel. “Nos ponemos en la piel del empresario que ha publicado la oferta de empleo. El mismo currículum no es válido para todas las empresas”, advierte. Porque hay muchas empresas que aún solicitan currículums, “pero cada vez son más las que optan por otros tipos de selección”.
La orientadora pone como ejemplo a un carpintero metálico que en un curso de una fundación laboral “escuchó lo de marca personal y le gustó”. Se apuntó al curso ‘Cómo crear tu blog en tres horas’, para que se visualizara su trabajo. Ahora lo están llamando para trabajar. Creyó en él, en su profesión, en sus habilidades. Esa fe dio frutos y demostró que es posible, desde otros parámetros de búsqueda, encontrar un empleo.
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